Sumergirse

yusra-mardini-refugiada-siria-rio-2016-985x656
MICHAEL DALDER / REUTERS vía The Objective

Zambullirse. Lanzarse al agua para morir o para vivir. Esos instantes sumergido recuerdan de manera inconsciente a aquellos rodeado de liquido amniótico, previos al nacimiento, a la salida al exterior. Una maniobra convulsa que termina con el primer llanto sobre este mundo. Por eso no sorprende que algunos poetas como Ángel Ganivet, John Berryman, Paul Celan o Virginia Woolf decidieran sumergirse en un río para terminar ese llanto con «un trago amargo e infinito». Sigue leyendo en El Subjetivo…

Recibe ‘El último remolino’ en tu correo electrónico

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s